Para crecer en nuestra fe debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, el amor crecerá y se hará más fuerte en la medida en que se de mediante obras, porque fe sin obras es fe muerta.
Llevemos la luz de Dios a todo sitio y lugar, al desamparado y al olvidado y guardemos como un gran tesoro los mandamientos del amor de Dios.
Guárdalos bajo siete llaves en un candado y no olvides nunca de orar por quienes no conocen a Dios o lo rechazan.
Solo viviendo una vida de fe podremos ser felices y llevar un mensaje de esperanza por el mundo mediante nuestro ejemplo de vida.
Foto Radio María
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