Cuando perdemos a un ser querido sentimos como que el tiempo se paralizara y el corazón se nos quiebra en varios pedazos. Pero sabiendo que su amor nos acompañará para siempre nos sentimos reconfortados y podemos sanar nuestro corazón nuevamente, orando y rezando el Santo Rosario.
Esta vida es un soplo de viento, por ello haz el bien en cada paso que des, solo así podremos caminar en nuestra fe y volver a encontrarnos con los que se nos adelantaron en el camino de la vida, cuando Jesús nos llame a las puertas del Cielo.
#Puertas
#Cielo
#Jesus
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